
Risoterapia
La risa proporciona numerosos beneficios a nuestra salud, calidad de vida y bienestar en general. La risoterapia es por tanto una herramienta que nos hace más felices, personas más sanas y también mejora nuestras relaciones de grupo.
Vamos a recordar algunos de los beneficios:
– hacemos ejercicio al poner en marcha unos 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo ejercitamos con la risa;
– nos regala un placentero masaje al estirar músculos en donde se suelen acumular tensiones (sobretodo en a lo largo de la columna vertebral y particularmente en la zona cervical);
– se nos lubrican y limpian los ojos mediante las lágrimas provocadas por la risa. Asimismo, las carcajadas hacen vibrar la cabeza, despejan la nariz y el oido y se eliminan toxinas del organismo;
– entra el doble de aire en los pulmones y la piel se oxigena más;
– la risa favorece la producción de endorfinas en el cerebro que ayudando a un buen equilibrio psíquico de la persona. Provoca gran serenidad, reduce la ansiedad y el estrés y aumenta la creatividad.
Y, además, dependiendo de la vocal con la que te rías obtendrás beneficios adicionales:
JAJAJA! beneficia tu sistema digestivo y genital;
JEJEJE! favorece la función hepática y de la vesícula biliar;
JIJIJI! estimula la tiroides y la circulación;
JOJOJO! actúa sobre el sistema nervioso central y el riego cerebral;
JUJUJU! tiene efectos sobre la función respiratoria y la capacidad pulmonar.
¿Qué? ¿Convencidas y convencidos ya de que tenemos que reír más?
Hay muchas formas de sonreír y reír. Sonrisa ligera, normal, amplia o congelada. Risa ahogada, reprimida, desbordante, expresiva y expansiva, franca, múltiple, amistosa, jovial, fútil o insustancial, patológica, burlona, malintencionada, irónica, sarcástica…
Pero no pensemos que la risoterapia es un técnica nueva, tengamos en cuenta que la risa causada por cosquillas es la forma de risa más primitiva. En la tradición oriental, en India, en el Islam (hay una frase de Mahoma que dice «el que hace reír a sus compañeros merece el paraíso»),los médicos que en la Edad Media recetaban la risa, los narradores ambulantes en África, o la figura del «doctor payaso» en tribus ancestrales o incluso el mismísimo Aristóteles que hablaba de la risa como «un ejercicio valioso para la salud». Sin embargo, no es hasta la década de los 70 del siglo XX cuando se empieza a popularizar, cristalizando en los 80 con el doctor Hunter «Patch» Adams que aplicó la alegría y el buen humor en el tratamiento y recuperación de enfermedades.
En la práctica de la risoterapia se utilizan diversas técnicas como la expresión corpora, los juegos, las danzas, los estiramientos…
Para finalizar os sugiero un par de ejercicios que podéis practicas individualmente.
El primero simplemente se trata de que cojas una esterilla o toalla, la extiendas en el suelo y te tumbas encima. Es el momento de practicar la risa fonadora con los cinco tipos de risas según las vocales (recomendable poner las manos sobre el abdomen, inspirar profundamente y al echar el aire reír fuerte).
El segundo ejercicio consta de varias partes:
– en primer lugar vas a liberar lo negativo cogiendo un globo y en cada soplido para inflarlo deja salir algo que deseas que desaparezca de ti, de tu vida, de tu entorno, del mundo… y le haces un nudo al globo;
– en segundo lugar ponte una canción que te de alegría y comienzas a golpear el globo con diversas partes del cuerpo impiendo que caiga o bien te inventas una coreografía con él;
– por último, y lo más catártico, trata de explotar el globo pisándolo fuerte mientras acaba la canción.
¿Más a gusto? ¿Mejor? Espero que sí. Al menos en los diversos talleres grupales de risoterapia que he impartido las risas han aflorado así como el bienestar colectivo.
