Objetivos

Objetivos

A la hora de planificar una acción, plantear un proyecto o, en general, dar forma a una idea, las primeras preguntas que nos abordan son ¿por qué? y ¿para qué?, dando respuesta esta última al establecimiento de objetivos. Comencemos recordando la definición de objetivo según Ezequiel Ander-Egg: «los objetivos son los enunciados de los resultados esperados o los propósitos que se desean alcanzar dentro de un periodo determinado a través de la realización de determinadas acciones». Cualquier manual (por ejemplo, la “Guía para la gestión de proyectos sociales” elaborada por el Equipo del Observatorio del Tercer Sector de Bizkaia en octubre de 2010) nos dice que los objetivos deben ser realistas, factibles (en función de los recursos y los plazos) y pertinentes (en base al diagnóstico previo y a la incidencia o cambio deseado). Por tanto, tenemos que seguir las siguientes recomendaciones:

  • Establecer objetivos claros, en un lenguaje comprensible y preciso.
  • Centrados en las personas destinatarias y por tanto que sean un reflejo de los resultados que se espera se produzcan en ellas.
  • Unitarios, es decir sólo un verbo más sólo un contenido.
  • El verbo debe estar en infinitivo o en futuro perfecto.
  • Hay que precisar cuánto se quiere alcanzar, en qué tiempo y en qué lugar, para evitar que los objetivos se queden en meros enunciados.

Que nuestros objetivos estén bien formulados repercutirá en todas las fases de nuestro proyecto y en su correcta elaboración, además de ser adecuadamente valorado como un buen trabajo.

Es importante resaltar que dependiendo de la metodología de trabajo que usemos, la denominación y la jerarquía de objetivos variará. A continuación, se irán detallando diferentes tipos de objetivos (que tendremos que usar según la metodología de nuestro trabajo) y su formulación.

Objetivos estratégicos

Se denominan objetivos estratégicos a la serie de resultados cuyo logro es necesario para llevar a cabo en la práctica la misión de la organización o de nuestro proceso de dinamización social, tratando por tanto del futuro a largo plazo. El establecer objetivos tiende a facilitar y enfocar las energías de un grupo de personas hacia propósitos comunes conocidos, compartidos y comprometidos, estableciendo un marco de referencia común en el proceso de planificación y ejecución. En definitiva, los objetivos estratégicos deben estar en consonancia con la visión y la misión así como con el análisis de oportunidades y amenazas en el ambiente y de fortalezas y debilidades dentro de la organización que lleva adelante el proceso de dinamización social. Los objetivos estratégicos nos remiten a la planificación estratégica y por tanto también los podemos denominar objetivos generales. Ejemplo:»Promover la salud en la juventud del municipio a través de un planteamiento colaborativo».

Objetivos operativos

Se denominan objetivos operativos a los que están dirigidos a poner en marcha acciones concretas, es decir, convertir en acción la estrategia planificada con anterioridad (planificación estratégica). Estamos hablando por tanto de los objetivos específicos que dan lugar a la planificación operativa. Ejemplo: «Para finales de 2016 (para cuándo), reducir un 20% (cuánto) los embarazos no deseados en adolescentes de nuestro municipio (de qué)».

Objetivos de comportamiento

Estos objetivos buscan el cambiar los comportamientos de las personas (qué están haciendo y diciendo) y los productos (o resultados) de estos comportamientos. Ejemplo: «Para junio de 2016, incrementar un 50% el número de personas jóvenes que solicitan información sobre métodos anticonceptivos en el Centro de Información Juvenil de nuestro municipio».

Objetivos de resultados a escala comunitaria

Están relacionados con los objetivos de comportamiento, pero están más enfocados en el nivel comunitario en lugar del nivel individual. Ejemplo: «Para diciembre de 2016, incrementar un 30% el número de personas jóvenes usuarias de los servicios de planificación familiar».

Objetivos de proceso

Estos son objetivos que proveen el soporte o implementación necesaria para lograr otros objetivos. Ejemplo: «Para marzo de 2016, realizar x charlas en el instituto de nuestra localidad sobre prevención de embarazos no deseados».

La metodología del Marco Lógico establece cuatro categorías lógicas, identificando por tanto cuatro tipos de objetivos: dos de carácter exógeno o pertenecientes al contexto político, económico y social en que se inserta el programa, y los otros dos tipos de objetivos (endógenos), pertenecientes al ámbito de la gestión gerencial del programa, estableciéndose una jerarquía entre ellos. Las dos categorías exógenas reflejan, una (PROPOSITO), el impacto en la población, que se espera de la realización del programa, y la otra (FIN), el entorno de política pública en que se inserta este impacto esperado. Estas categorías son exógenas, pues reflejan situaciones externas al programa y anteriores a él. Más precisamente, ellas constituyen la razón por la cual se crea el programa: dar respuesta a necesidades sociales, políticas o económicas, detectadas y diagnosticadas previamente. Las dos categorías endógenas dan cuenta de la gerencia del programa. Son relaciones del tipo insumo-producto, ya que detallan lo que el programa produce (COMPONENTES), para entregar a sus beneficiarios y las ACTIVIDADES por medio de las cuáles se producen dichos componentes. Las categorías son endógenas, pues se crean al diseñar el programa, con la finalidad de dar respuesta a las necesidades sociales, políticas y económicas que se expresan en las categorías exógenas. Las categorías políticas expresan por qué el programa es socialmente necesario, mientras que las categorías gerenciales muestran cómo se generan los bienes y servicios que el programa pondrá a disposición de los beneficiarios («Formulación de programas con la metodología del marco lógico» Eduardo Aldunate y Julio Córdoba, Santiago de Chile, 2011, CEPAL).

Sobre la formulación de los cuatro niveles jerárquicos de objetivos de la metodología del Marco Lógico hablaremos en un próximo artículo.

Desde el inicio de Apúntateuna hemos compartido artículos que nos ayuden a diseñar nuestros proyectos de dinamización sociocultural, englobados la mayoría de ellos en la categoría «planificación». Con este nuevo post pretendemos seguir en la línea marcada y animarte a que nos hagas llegar tus sugerencias, experiencias, dudas… que seguro enriquecerán nuestra práctica cotidiana.