
Empatía y jóvenes
En este artículo nos vamos a centrar en varias técnicas y/o juegos para fomentar la empatía y que variarán según el tamaño del grupo, la edad de las personas participantes y el contexto social donde desarrollemos nuestra intervención con jóvenes (y con otras edades).
Para trabajar la EMPATÍA
1) Ejercicio de escucha activa
Presentación por parejas donde primero habla una persona y la otra escucha, intercambiándose después los roles. La persona que habla lo debe de hacer libremente, contando de sí misma lo que le apetezca, no existiendo temas buenos o temas malos de los que hablar e incluso no importa quedarse en silencio durante unos instantes y después retomar la presentación. La persona que escucha no debe interrumpir, sino escuchar con atención y respeto vigilando que su lenguaje no verbal sea relajado y neutro. Si en algún momento se desconcentra, respira hondo y vuelve a escuchar sin juzgar. Con posterioridad, se puede hacer una presentación al grupo, donde cada cual presente a su pareja.
2) Me siento…
Se colocan diferentes carteles por toda la sala donde se expresen diferentes sentidos de pertenencia (geográfica, religiosa, grupal…). Cada participante debe de situarse junto a uno de los carteles y después se debate sobre el sentido y el valor que se le da a dicha pertenencia, las dificultades para elegir, la importancia que le damos a las identidades…
3) El gato y el ratón
En nuestro artículo «3 juegos para trabajar la igualdad» ya citábamos el libro “La alternativa del juego. Juegos y dinámicas de educación para la paz” editado por Los Libros de La Catarata. En esta ocasión, el juego se basa en analizar relaciones de superioridad/inferioridad intercambiando roles.
Narración del siguiente texto:
<«Cerrad los ojos e imaginad que salís de esta sala y camináis por una acera muy larga. llegáis ante una vieja casa abandonada. ya estáis en el camino que conduce a ella. Subís las escaleras de la puerta de entrada. Empujáis la puerta que se abre chirriando y recorréis con la mirada el interior de una habitación oscura y vacía.
1) De repente os invade una extraña sensación. Vuestro cuerpo empieza a temblar y a tiritar y sentís que os váis haciendo cada vez más pequeños. De momento no llegáis nada más que a la altura del marco de la ventana. Continuáis disminuyendo hasta el punto que el techo os parece ahora que está muy lejano, muy alto. Ya sólo sois del tamaño de un libro, y continuáis empequeñeciendo.
2) Notáis ahora que cambiáis de forma. Vuestra nariz se alarga cada vez más y vuestro cuerpo se llena de pelo. En este momento estáis a cuatro patas y comprendéis que os habéis transformado en ratón.
3) Mirad a vuestro alrededor, desde vuestra situación de ratón. estáis sentados o sentadas en un extremo de la habitación. Después veis moverse ligeramente la puerta.
4) Entra un gato. Se sienta y mira a su alrededor muy lentamente, con aire indiferente. Se levanta y avanza tranquilamente por la habitación. Os quedáis inmóviles, petrificados. Oís latir vuestro corazón; vuestra respiración se vuelve entrecortada. Miráis al gato.
5) Acaba de veros y se dirige hacia vosotros. Se aproxima lentamente, muy lentamente. Después se para delante de vosotros, se agacha. ¿Qué sentís? ¿Qué podéis hacer? ¿En este preciso instante qué alternativas tenéis? ¿Qué decidís hacer?
UN LARGO SILENCIO
6) Justo en el momento en que el gato se dispone a lanzarse sobre vosotros, su cuerpo y el vuestro empiezan a temblar. Sentís que os transformáis de nuevo. Esta vez crecéis. El gato parece hacerse más pequeño y cambia de forma. Ahora tiene la misma estatura que vosotros… y ahora es más pequeñito.
UN LARGO SILENCIO
7) El gato se transforma en ratón y vosotros os convertís en gato. ¿Cómo os sentís ahora que sois más grandes? Y ahora que no estáis acorralados ¿qué os parece el ratón? ¿sabéis lo que siente el ratón y vosotros y vosotras ¿qué sentís ahora? Decidid lo que vais a hacer y hacedlo…
¿Cómo os sentís ahora?
8) Todo vuelve a empezar. La metamorfosis. Crecéis más y más. Casi habéis recuperado vuestra estatura y ahora os convertís en vosotros mismos, en vosotras mismas. Salís de la casa abandonada y volvéis a esta sala. Abrís los ojos y miráis a vuestro alrededor…>
Podéis reflexionar sobre lo que ocurre en las relaciones cuando una persona se encuentra en situación de superioridad y/o sumisión…
Y hablando de roles, se pueden plantear diversas técnicas de juego de roles, donde lo importante sea tratar de ponerse dentro de la piel de otra persona. No es necesario buscar un juego ya diseñado sino que el grupo puede construir su propia situación sobre la que le interese discutir y en base a ella asignar papeles con unas características determinadas que ayuden al debate.
4) Otra posibilidad para trabajar la empatía es el visionado de videos y posterior debate. En otra ocasión volveremos a proponer actividades que nos ayuden a desarrollar nuestras competencias sociales.
Esperamos que este artículo os sea de utilidad. Si es así, esperamos vuestros comentarios y si os animáis a compartir entre vuestros contactos, mejor que mejor. Gracias en cualquier caso.