6 Momentos para la deconstrucción en los procesos de participación comunitaria

6 Momentos para la deconstrucción en los procesos de participación comunitaria

En el recientemente celebrado V Congreso Internacional Virtual de Animación Sociocultural, organizado por la Universidad Nacional Abierta y a Distancia de Colombia, la Doctora en Ciencias de la Educación Suly Castro Molinares presentó la ponencia titulada LA DECONSTRUCCIÓN: UNA ESTRATEGIA PARA MEJORAR LOS PROCESOS DE PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS. De dicha ponencia, vamos a extraer el contenido de este artículo.

Empecemos por la definición del término deconstrucción. La doctora Castro parte de la noción de deconstrucción propuesta por el filósofo francés Jacques Derrida, entendida como un proceso de inversión de los horizontes de significado que cada sujeto ha acumulado y configurado a partir de sus experiencias en todos los ámbitos de su vida. Así, la deconstrucción implica examinar de forma crítica el marco conceptual que estructura la percepción de la realidad y el modo de interpretar el mundo. Desde dicha, desaprender significa sospechar y cuestionar todo aquello que se muestra en apariencia como verdadero, lógico y coherente, para así desarrollar nuevas formas de aproximarse a la realidad, con un pensamiento reflexivo y crítico que permita, mediante el cuestionamiento de las formas de experiencia personal, la reconstrucción, innovación, transformación y mejora de las prácticas.

En la ponencia citada, el estudio llevado a cabo se enmarca en el paradigma crítico social, en el que se articula la producción de conocimiento con la acción comprometida en la transformación social; desde la perspectiva de reconocer que el mundo cultural es construcción humana y por tanto es susceptible de ser recreado y transformado. Además, se trabaja desde la perspectiva de la Investigación – Acción – Participativa, la cual dio la oportunidad de combinar la fundamentación teórica con la práctica, de tal forma que los participantes del proceso, integrasen a su quehacer cotidiano los contenidos de actualización que aportaba el proyecto. Todo ello se combinó con la estrategia de trabajo colaborativo conformándose así distintos grupos en forma de mesas de trabajo. Siguiendo a Marco Raúl Megía («La deconstrucción: una estrategia formativa», 2002, CINEP Colombia), la deconstrucción permite desmontar los elementos con los cuales se basa la práctica social para contrastarlos con el mundo de hoy y con las formas de poder y saber. Después de desmontados cada elemento, se establece qué se puede rescatar para una práctica transformadora, en este sentido, el ejercicio de la deconstrucción se hace para reconstruir.

Se llega así a los siguientes 6 momentos:

1. Reconocimiento de la realidad y definición de los aspectos a reconstruir. Es el momento del análisis del contexto con el fin de establecer qué situaciones afectan el quehacer cotidiano y que son susceptibles de mejorar.

2. Construcción de la huella personal. Se indaga a partir de las experiencias de vida de cada participante, por las representaciones, sentimientos, sensaciones, y sentidos imbricados, cualquiera que sea su rol dentro de la comunidad, los cuales son expuestos tratando de encontrar equivalentes en lo colectivo.

3. Construcción del mapa colectivo. Se busca trascender la individualidad y ser parte de sentidos colectivos. La realidad se representa como se siente y se materializa en el colectivo. Muestra entramados complejos donde la vida y sentido de la comunidad se hacen visibles. El mapa contiene un proceso de negociación alrededor de cómo ven…, cómo entienden…, y cómo expresan… los grupos cada uno de los aspectos o áreas objeto de la deconstrucción.

4. Contextualización teórico-histórica. Permite la confrontación de la práctica descrita en el mapa colectivo con las teorías e interpretaciones que se han dado a lo largo de la historia sobre los aspectos objetos de la deconstrucción, con el fin de confrontar la teoría con la realidad que experimentan los participantes.

5. El desmontaje, el des-aprendizaje. En este momento los y las participantes se enfrentan con la realidad de la comunidad. Es una experiencia que los lleva a establecer discusiones para llegar a consensos y disensos sobre lo que sirve, lo que no sirve, lo que sirve pero transformado y los elementos nuevos que se deben incorporar… en lo que se está deconstruyendo.

6. Planeación de la praxis transformadora. Aquí se busca concretar todos los desaprendizajes y todas las reflexiones en acciones que permitan concretar la reconstrucción y el empoderamiento, para lo cual se elabora un cronograma y una agenda, identificando responsabilidades y concreciones reales y posibles.

Agradecemos la labor de la doctora Suly Castro Molinares y su permiso para extraer este contenido. Consideramos muy interesante la propuesta como forma de trabajar en distintas comunidades. Si tienes alguna experiencia basada en la deconstrucción nos gustaría que nos la contaras, gracias.